Primero
estudiamos la importancia que tiene la actividad física y el deporte en nuestra
sociedad, la cual es consciente de la necesidad de incorporar a la cultura y a
la educación básica aquellos conocimientos, destrezas y capacidades que,
relacionados con el cuerpo y su actividad motriz, contribuyen al desarrollo
personal y a una mejor calidad de vida.
Hay una demanda
social para que eduquemos hacia el cuidado del cuerpo, la práctica de la
condición física-salud y para la utilización constructiva del ocio mediante las
actividades recreativas y deportivas, máxime hoy día donde disponemos de más
tiempo libre. La segunda trata sobre los juegos populares, tradicionales y
autóctonos. El R. D. 126/2014 menciona en muchas ocasiones el poder que tiene
el juego de toda índole como elemento sociocultural, la importancia que tienen
las formas lúdico-físicas populares, tradicionales y autóctonas en la
transmisión de la cultura de las regiones y cómo, a través de su práctica, el
alumnado mejora motrizmente, establece relaciones con los demás y transfiere su
conocimiento a las nuevas generaciones, además de ocupar racionalmente su
tiempo libre convirtiéndolo en saludable. Por último, el título de la obra nos
pide que tratemos cómo debemos proceder con las actividades físicas organizadas
en el medio natural. También el R. D. 126/2014 nos dice que el alumnado podrá
conocerlo a través de las actividades que programemos en él, de esta forma
contribuiremos a que lo comprendan, cuiden y defiendan.
El medio natural
nos ofrece una serie de características que lo hacen ideal para trabajarlo:
amplitud de espacios, medio no conocido, abundancia de estímulos, contacto real
con temas de estudio escolar, intensidad de la experiencia, poder de
rememoración, entre otros (Miguel, 2005). Pocos campos han tenido un avance tan
espectacular en las últimas décadas como las actividades físicas en el medio
natural. De este modo, las actividades físicas en la naturaleza se convierten
en dinamizadoras de economías rurales, vías de escape de la rutina y el estrés
de las grandes ciudades, objeto de servicios deportivos de primer orden, campo
de juego de una población deseosa de nuevas sensaciones deportivas y, para
otras personas, actividad no competitiva que ayuda a conseguir salud en el
sentido más amplio del término. En ello tiene especial protagonismo las
“empresas de servicios”.
Queda muy claro el
enorme valor social del deporte y lo que deportistas y ex deportistas pueden
aportar a la sociedad. De hecho creo que no hay ninguna otra disciplina que
tenga el poder de arrastrar y unir a grandes masas (incluso países) como el
deporte. Pero creo también que el deporte ha ido perdiendo ese valor añadido
desde hace mucho tiempo, hasta llegar al momento actual en el cual su
credibilidad como actividad formadora está totalmente en entredicho. ¿Por qué y
cómo hemos llegado hasta este punto?
La explicación
desde mi punto de vista es que se ha caído en la trampa de no valorar el camino
y perseguir sola y únicamente el resultado, cayendo en las garras del famoso y
conocido 'El fin justifica los medios'.
Y el resultado de
esta manera de enfocar el deporte es el doping. Deportistas que han sido
iconos, mitos y héroes durante muchos años van cayendo uno tras otro y con
ellos van derrumbándose los sueños de muchas personas que han creído en ellos y
que les han tenido como ejemplos a seguir durante mucho tiempo. Ellos por
desgracia también se han dejado seducir por la gloria, la fama, el dinero, el
éxito...pero a costa de qué. En esta sociedad capitalista en la que vivimos se
dice que todo tiene un precio en esta vida, pero yo digo que nuestros principios
y valores no solo no tienen precio, sino que ni siquiera tendrían que estar en
venta.
Por el hecho de la
enorme influencia que tiene el deporte y los deportistas en la sociedad, habría
que tener mucho más cuidado en como utilizar este instrumento. Por ejemplo, el
espíritu competitivo existente en el deporte de élite y tan ansiado por todo
tipo de empresas para conseguir los mejores resultados es solo eficaz si se
utiliza de forma correcta. De lo contrario nos encontramos con lo que ha pasado
en los últimos años, que ese espíritu competitivo mal entendido ha destruido
todos los sentimientos de cooperación y solidaridad porque se ha concebido el
éxito no como el resultado del amor al trabajo bien realizado, sino como el
estallido de la ambición personal y la supresión del miedo a no triunfar.
Por lo tanto,
estoy de acuerdo en que el deporte sea utilizado en todos los ámbitos sociales
como instrumento de cambio y transformación, pero para ello debemos entre todos
los que creemos en esa afirmación transmitirlo y utilizarlo de la manera
adecuada para que tenga el impacto correcto. Estos son mensajes y mi modo de
ver de como se debería de transmitir el deporte como herramienta de
transformación social:
- El deporte no es solo una práctica puramente corporal. Altera profundamente toda la persona, estimula distintas capacidades y dimensiones y fortalece y dinamiza sus múltiples inteligencias. No solo la corporal o kinestésica, sino la emocional y social en especial, las cuales ayudan a cultivar las relaciones humanas.
- El deporte practicado de un modo continuado enseña a dominar y a canalizar emociones negativas y a expresar y a comunicar adecuadamente emociones positivas.
- El deporte es una actitud ante la vida. Hay en él una defensa contra el anquilosamiento y a través de él se estimula la autotranscendencia.
- Practicar deporte requiere disciplina y autocontrol, educándote en el conocimiento y dominio de ti mismo.
- El deporte es una escuela de valores nobles como la lealtad, el sufrimiento, la fraternidad...siendo las virtudes de un buen deportista la lealtad, la obediencia, el espíritu de renuncia, la fidelidad a los compromisos, la modestia, la generosidad, la honestidad...
- El deporte desarrolla el carácter, hace valiente a la persona, ayuda al desarrollo intelectual y fortalece la resistencia y la voluntad.
- Por último, el deporte fortalece la resiliencia (capacidad de levantarte, adaptarte y ser flexible ante las situaciones nuevas y/o difíciles).
Después de mis 15
años como jugador profesional os puedo asegurar que lo más bonito que se te
queda dentro no son ni los títulos ni el dinero ganado (los llamados
objetivos), sino la manera en como uno ha recorrido el camino que lleva a la
obtención de esos objetivos. Esa forma de recorrer el camino es la diferencia entre
los verdaderos ganadores y perdedores y lo que da el auténtico sentido a
practicar deporte.
No vendamos pues
el deporte como instrumento que ayuda a conseguir objetivos, victorias,
"éxitos", fama, notoriedad....sino como escuela de vida que aporta valores
que ayudan a conocerse a uno mismo y a crecer como persona, e instrumento que
te ayuda a recorrer el camino de la vida de forma noble y auténtica. Estoy
seguro de que si desde mañana fuese ese el mensaje transmitido en todas las
escuelas, desde todos los equipos profesionales y desde los medios de
comunicación, la próxima generación no tendría necesidad de recurrir al doping
porque para ella el objetivo no sería ganar a toda costa sino dar lo mejor de
ellos mismos cada día y recorrer el camino lo más honestamente posible,
sabiendo que esa es la verdadera victoria de un deportista.
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